20 may 2011

Hace tiempo que decidí hacer lo que me a mí me apetezca y dejé de pensar en el que dirán. Lo que hago o lo que no hago, si está bien o si está mal, sinceramente no me importa en absoluto. Aprendí a hacer lo que siento y sentir lo que hago. Me reí en la cara de la mentira. Le cerré al sufrimiento la puerta en las narices y me demostré a mi misma que puedo decirle "no" a la falsedad.

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